Poema a la tristeza de los suicidas enamorados que una vez se amaron.
Como trago que se cuela entre mis venas
Cristalino y dulcecito trago que desmorona mis arterias
Besándonos vamos bañándonos en el
Empapándonos de el suave roze
Las ventanas naranjas ruborisadas ya están
Y el sol se oculta porque no quiere mirar más
Abrazándonos estamos mientras escuchamos a Calamaro
Y en el cielo dos Cupidos pelean por no lanzar flechas
Ellos saben que eso no va con nuestro estilo
Ellos saben que ese es un lugar prohibido
Eres trago que acaba con mis miedos
y los lanza al viento
Dejando al descubierto mi cuerpo
Mientras nos revolcamos en el fuego
Los gallos cantan para avisar la despedida
La despedida de la noche atolondrada
que agita una y otra vez su tristeza
que agita una y otra vez su tristeza
Esa tristeza que habita en la luna podrida
de tanto escuchar historias repetidas
de tanto escuchar historias repetidas
Y adoloridas de los jóvenes
suicidas que se enamoraron en el balcón de la agonía
suicidas que se enamoraron en el balcón de la agonía
Ha llegado el momento de sellar la noche incierta con un beso
Ha llegado el momento de decir te quiero aunque no lo siento
Pero sobre todo ha llegado el momento en que el amor para mi ha muerto.
Milagros
2 comentarios:
No está mal. Me gustó.
Muy bueno!!! Me gustó cada frase. Y qué mejor forma de empezar el blog que con Corintios. Un éxito eh!! Mis felicitaciones.
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